07 noviembre 2007

Sin titulo III



III




Con todo listo y con las últimas luces naturales filtrándose por las cortinas blancas y delgadas comenzó.
Del principio de la garganta hasta el bajo vientre. Lento pero firme. Que el cuchillo rasgue por completo la piel pero sin reventar ningún órgano.

Jala una por una las vísceras cortando con tijeras de cocina los cuajos que les unen.


-Acércame la tina, rápido-


Ella se levanta del sillón y se acerca de prisa. Se siente como una niña ayudando a mamá en la cocina, mira atentamente pero sin preguntar.


Cuando terminó de poner todas las vísceras la obertura había terminado. El fondo de la tina se sentía tibio y la sangre combinada con otros flujos casi se escurría por las orillas.


Los llevo a la cocina.




Adán Delgado
Noviembre 2007

2 comentarios:

Cairush dijo...

Creo que te encanta la idea de las luces entrando por algún lugar, o cayendo sobre algúna azotea. Es una buena imagen, incita al suspenso, al romance, a la tranquilidad, un marco perfecto para el último golpe, o el primero; pero ten cuidado de no usarlo con demasía, busca otros recursos. Esto no quiere decir que tu escrito este mal en si mismo. Adam Slim... Keep Writing (Un slogan al estilo de juanito el caminante)

Cairush dijo...

No mames, "algúna" con acento.