RAISA
-Ya viene otra vez el pinche mes de febrero. Habrán ya pasado unas semanas del comienzo de clases con un frio de la chingada. Además, como todos los años, pasaré el catorce sin novio-
Yo solo miraba el reflejo en el auricular negro del teléfono sobre la mesa, perdiéndome en él. Trataba de asimilar en donde estoy, saboreando el tiempo espeso y humedo, olvidando que esperaba una llamada.
Cuatro y media de la tarde, sábado. En esta puta ciudad no hay a donde huir y Paola no se calla.
Es mi amiga pero desde hace tiempo, desde que la dejo Bernardo, ya no la aguanto. El mismo choro desde hace dos meses y su estúpido rencor hacia el mundo.
Se suponía que viajamos para pasarla bien, para conocer tipos; pero llevamos una semana recorriendo bares y lo único que hemos sacado son horribles crudas que al final de la noche solo nos dan mas ganas de seguir bebiendo.
Las tardes las pasamos asoleándonos junto a la piscina, aburridas, en este hotel que resulto ser una porquería.
El celular no suena porque siempre esta apagado. Asi esta mejor, me da tiempo para ponerme e escribir estas líneas que buena falta me hacian.
Adán Delgado
Noviembre 2007
-Ya viene otra vez el pinche mes de febrero. Habrán ya pasado unas semanas del comienzo de clases con un frio de la chingada. Además, como todos los años, pasaré el catorce sin novio-
Yo solo miraba el reflejo en el auricular negro del teléfono sobre la mesa, perdiéndome en él. Trataba de asimilar en donde estoy, saboreando el tiempo espeso y humedo, olvidando que esperaba una llamada.
Cuatro y media de la tarde, sábado. En esta puta ciudad no hay a donde huir y Paola no se calla.
Es mi amiga pero desde hace tiempo, desde que la dejo Bernardo, ya no la aguanto. El mismo choro desde hace dos meses y su estúpido rencor hacia el mundo.
Se suponía que viajamos para pasarla bien, para conocer tipos; pero llevamos una semana recorriendo bares y lo único que hemos sacado son horribles crudas que al final de la noche solo nos dan mas ganas de seguir bebiendo.
Las tardes las pasamos asoleándonos junto a la piscina, aburridas, en este hotel que resulto ser una porquería.
El celular no suena porque siempre esta apagado. Asi esta mejor, me da tiempo para ponerme e escribir estas líneas que buena falta me hacian.
Adán Delgado
Noviembre 2007
1 comentario:
Pareciera que te juntas con puras viejas, sabes mucho de sus achaques adolecentes; la cosa es que hace ya un buen que pasamos por esos callejones, y creo que es tiempo, sin perder de vista el pasado, de recorrer las avenidas. Lo digo con cariño.
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